domingo, 4 de septiembre de 2011

La soledad en los juegos electrónicos.

Si he de ponerme a pensar sobre cual es el estilo de juegos que representa a la soledad solo hayo una respuesta: FPS.


En el espacio, en la tierra, bajo el agua, saltando lava; salvando el mundo o destruyéndolo, el personaje principal se ve rodeado de una dotación inmensa de enemigos y problemas a los cuales hacerle frente, solo.


Desde el inicio de estos antiquísimos programas de violencia explicita el principal punto de unión más allá de su catalogación de “Shooter en primera persona” fue la falta de aliados… Y no hablo concretamente de aliados humanos.


Las cualidades de los personajes principales de los juegos FPS más representativos del género son muy similares, con ligeros cambios en la temática. DOOM (icono actualmente vivo de este género) siempre fue representado por un soldado con cualidades supra-humana. El gran valor que tenía al lograr poder enfrentarse con seres infernales y sobrevivir en cada batalla que se presentaba, sin sufrir el menor desequilibrio mental. Firme, frío, calculador y sanguinario.


Los pocos humanos que uno podía encontrar en los diferentes niveles del juego estaban muertos, mejor dicho aparecían descuartizados y sus pedazos desperdigados cerca del cuerpo. Lo más parecido a seres humanos eran los enemigos básicos. Estos seres (al parecer zombies) eran controlados por espíritus demoníacos para acabar con la vida de nuestro personaje y, de esa forma, frenar nuestro único y valioso objetivo: cerrar la puerta que conecta el mundo de los humanos con el infierno.


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